No tienen proyecto claro de modelo de sociedad ni una estrategia para la toma del poder. Puro espotaneísmo. Hartos de democracia parlamentaria y de políticas de consenso. Desconfiaban del capitalismo tecnocrático y de la sociedad de consumo, manipulados por los medios de información. Ocupan universidades, desafían a las fuerzas del orden y vuelven locos a los presidentes. Eran unos ingenuos; se creyeron por primera vez, protagonistas de la historia. "la revolución de los zánganos", "la revolución de los hijos de papa"; muchos los llamaron así. En realidad la ley y el orden salieron fortalecidos del pulso con lo los jóvenes airados de Mayo del 68. (Manu Leguineche. El País).
Leo esto y puede ser perfectamente la crónica de lo vivido ayer en Madrid, lo vivido meses atrás y lo que seguro que nos queda por vivir.
El mundo ha cambiado en estos últimos años. La revolución tecnológica (especialmente la de internet), la globalización, el fin de la política de bloques, el neoliberalismo brutal y sin fronteras... son algunos de los factores que lo han provocado. Y no hay cosa peor que creer que todo sigue igual y no ha cambiado nada, cuando miramos a nuestro alrededor y vemos que no es cierto. Lo que ayer era una solución a un problema, hoy ya no sirve.
Que un parlamentario diga que ellos tiene un mandato de cuatro años, que los ciudadanos tienen la elecciones para cambiarlos y que mientras tanto nada, es grave. Es grave porque la distancia con la frase de Goobels, "el pueblo alemán nos ha votado" es muy próxima. Democracia no es votar cada cuatro años; la democracia es algo más grande. Votar cada cuatro años son elecciones.
Los representantes políticos (municipales, autonómicos, nacionales...) tienen que reflexionar. No tienen que hacer grandes actuaciones, sólo pequeños cambios. Tener un contacto más directo con los ciudadanos sería un comienzo (internet lo permite), y no acordarse sólo en campaña electoral. La revolución tecnológica permite que ya no sean necesarios grandes mítines políticos; pueden hacerse pero ya no son fundamentales (te quedas en casa y lo ves por la televisión).
La democracia está en juego, con sus aciertos y con sus fallos, porque la puerta al populismo barato y a los movimientos intolerantes que estaba cerrada, se está abriendo.
De mayo del 68 nos quedaron algunas conquistas civiles como el divorcio, el aborto o la defensa de las ballenas, además del fin de los militares en la vida política. ¿Del 2012, qué nos quedará?. Esperemos que más y mejor. De nosotros depende porque aunque muchas veces nos cueste reconocerlo, lo llaman democracia y si lo es. Aunque algunos quieran ir robándonosla lentamente sin darnos cuenta.
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