viernes, 22 de febrero de 2013

IDEAS



Vivimos un momento trascendental en la historia de este partido. Estamos inmersos en un debate de ideas que intenta dar respuesta a las preguntas de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos. Lo curioso del caso es que siempre que hay una perdida de confianza de los electores señalamos que hay un problema de ideologías y de ideas. Las socialdemocracia está en crisis nos señalan.
La socialdemocracia es un término que nació a principios del siglo XX, principalmente en Alemania, cuando lideres socialistas aceptaron las democracias liberales como un medio óptimo para poder llevar a cabo sus proyectos. Hasta ese momento el socialismo “odiaba” a las democracias liberales; se luchaba por destruir ese sistema para poder imponer la dictadura del proletariado y posteriormente la sociedad de clases. Largo Caballero, por ejemplo, nunca apoyó la II República hasta que ésta no fue constituida; para él, la República o Monarquía eran las dos caras de una misma moneda.
La socialdemocracia vivió sus momentos de gloria durante los años 50, 60 y 70 donde se vivió un crecimiento y desarrollo sin precedentes nunca visto hasta ese momento. A partir de los años 80, la socialdemocracia entra en crisis debido a una serie de factores como pueden ser: el envejecimiento de la población y un aparato de Estado lento, costoso e ineficaz. Nació entonces el Tacherismo y Reeganismo. Es curioso que durante ese periodo de crisis de la socialdemocracia, el socialismo español viviese sus momentos de gloria con las mayorías absolutas de Felipe González.
A finales de los 90 surge lo que se denominó la tercera vía. La vía de Blair y Schereder donde se defiende que la socialdemocracia debe acercarse aún un poco más al liberalismo. Se aceptan el FMI, el Banco Mundial, el déficit cero….
Es en este punto donde nos encontramos, donde tras unas derrotas electorales (en plural) sin precedentes, nos rasgamos las vestiduras y decimos que nos encontramos ante una crisis de ideas.
En defensa de éstos diré que es algo muy marxista. Marx se inspiró en Hegel y el idealismo Alemán, así que la cuestión de las ideas ya viene de lejos. Yo que soy más de Aristóteles que de Platón prefiero partir de las cosas terrenales y no del mundo de las ideas
1.   Cuando el secretario general del PSdG-PSOE tiene que pagar por un curso de comunicación política vamos mal. Vamos mal porque la única vez que lo vi fue en una comida del partido y entró como una estrella de cine y del rock sin saludar a nadie y se fue a las primeras de cambio. El secretario general, sea de donde sea, tiene que ser una persona cercana a los afiliados y militantes; ha de ser el primero entre iguales. No sé que pasa pero sólo copiamos de los demás lo peor: En otros partidos también existe esa lejanía entre sus cabezas y sus afiliados pero por lo menos dan bocadillos a estos últimos para que vayan a aplaudir.
2.   Una cosa es la responsabilidad penal y otra la responsabilidad política. La responsabilidad penal la señalan los tribunales y se basa en que nadie es culpable hasta que no se demuestra lo contrario; la política no tiene garantías, si una persona huele raro se le echa automáticamente del partido y se le humilla si es necesario a no ser que al segundo demuestre su inocencia clara y precisa. Que Manuel Chaves (el señor de los ERES), que José Blanco (el del caso campeón), que Sánchez Bugallo (otro del caso campeón), que muchos otros, den lecciones de política a ciudadanos y afiliados que a día de hoy lo están pasando mal, no es algo que provoque run run, sino que resulta vomitivo.
3.   El partido no es una secta, es un instrumento para mejorar la sociedad por lo que en él tiene que ser bien recibidos todos los ciudadanos, sean o no sean afiliados, sean o no sean simpatizantes. La sedes de este partido no se llaman sedes, se llaman casas del pueblo (no de afiliados)
4.   Ayer oí a un sindicalista con bigote que se estaban perdiendo afiliados por culpa de la crisis (¿no tenía que ser al revés?), y es que para partidos y sindicatos los afiliados son simplemente personas que pagan una cuota mensual. Ningún afiliado puede dejar de ser afiliado por no poder pagar la cuota y yo ya conozco a algunos. La respuesta del partido es dar cuotas reducidas siguiendo las tácticas del ministerio de empleo para las pensiones: pedirte mil papeles para haber si te acabas cansando y te quedas tal y como estás. De risa.
5.   No puedo dejar de mencionar por irresistible el tema de las primarias. La gran idea son las primarias, la gran revolución democrática. Que alguien me diga como vamos a elegir democráticamente a alguien que no tenga tiempo de promocionarse (y dinero) o pertenezca a las élites del partido. Yo no sé los demás, pero yo sólo conozco a las personas de mi agrupación y para eso mal.
6.   De verdad, ¿tanto cuesta hacer un registro de afiliados y simpatizantes a nivel provincial o municipal en el peor de los casos?. Resulta que tenemos un problema con los servicios sociales y no tenemos ni idea que hacer y tenemos que acudir a un tercero para solucionarlo porque desconocemos que un señor de nuestra agrupación se dedica a ello.
No voy a señalar más cosas, me aburre. Porque que nadie se engañe, hablar de esto no está de moda. Ahora la moda son estas expresiones mágicas:
1.   Salva tu culo
2.   Me la suda
3.   No es mi problema
4.   Yo me preocupo por mi, que ya bastante tengo

Lamentable

PD: Estimadas élites del partido, voy a hacer todo lo posible porque me expedientéis porque se ha llegado a tal punto de esquizofrenia que un expediente es más honor que un cargo en el partido. Confiad en mi, lo conseguiré.

En Cambre, el día después de acabar un debate del estado de la nación en el que sonaba de fondo aquella canción que dice “la vida sigue igual…..”
Markos Alonso

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